


Tus ojos... una dulce agonía.
Las letras
acarician
entre motas doradas
tu pelo -complacido-
reposando
sus reflejos
en mi almohada.
Lejos ya
el discurrir
de las tinieblas del alma
a flor de piel, labio y suspiro
-en retazos de ternura-
los anhelos desfallecen
en el sentimiento, en tu mirada.
Y esos ojos,
esos ojos me miran
-e imploran-,
como si la muerte por placer
fuera posible,
venerando mis labios
cuando se dibujan
en los pliegues
de tu piel
y mi único horizonte
es alcanzar
las estrellas con tu aliento.
Con susurros
en mis cabellos,
con las caderas bailando
entre tus manos,
solo queda
piel ardiendo...
-pasiones postergadas-.
©Serendipity
Abril 2022
y comenta
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Me alegra que te haya gustado, Mario. Un abrazo!Un oxímoron (dulce agonía) sirve de título al poema y, como tal, ya nos adelanta el universo de sensaciones encontradas que se desprenden de los versos, todo un carrusel de sensibilidad a flor de piel. Un fuerte abrazo, amiga Seren.Las motas doradas son las de la luz del sol al amanecer, Jovatito, así que no pienses eso! ;-) Un besazo!Querido Miki, tú si que sabes como dejar sin palabras, es un honor tal aprecio de mis letras que no sé si de verdad merezco. Otra vez te doy las gracias por escribir hermosos micros como comentario. Un abrazo!seguro que no soy yo.....eso de motas doradas no me describe.....mas bien motas escasas es lo míoEres mi almohada y mi sueño, mi agonía y mi fe, cuando sonríes mi alimento, cuando huyes mi lamento. Eres mi perdición, mi sedienta adicción, eres la plateada luz que ilumina mis pasos en la oscuridad, el fuego que aviva mis ansías de tí, mi dulce muerte y mi resurrección...lo eres todo, estimada Seren. Y más escribiendo como escribes. Gracias por existir.Hola Francesc, no eres el primero que se contagia llevando precauciones. No se trata de no salir, si no hacerlo con cabeza. Lo importante es que vayas mejorando!Me llamaron del departamento de Salud de la Generalitat para saber cómo podía haber pillado la infección, pero en todo este tiempo no he ido a ningún sitio público; solo he ido al cine, pero me siempre me siento en una fila que está casi vacía y no hay nadie a mi lado. Así que nadie entiende cómo me puedo haber infectado. Por otra parte le pregunté al médico si podía ir al cine y me dijo que sí, pero con precaución. Con la mascarilla.Ay, qué me dices! Espero que vayas mejorando, Francesc, menos mal que es suave, tipo gripe, supongo. Y eso que vas con cuidado... Pues a descansar con tu almohada y cuídate! Un abrazo!Las almohadas han sido testigo de muchos anhelos, de algunas caricias pero también -ay-, de muchos sinsabores y de insomnios. "¿Por qué el Pepito se duerme y no me dice ni me hace nada? ¡Y yo aquí, muerta de pena!" jejeje. Me espero un poco para escribir, porque me he encontrado mal y resulta que tengo un COVID suave. Pero he estado bastante alicaido.


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Sólo busco un lugar donde dejar mis pensamientos. Porque nada es eterno, pero las palabras siempre nos permitirán sentir que una vez fuimos. Gracias por cruzaros en mi camino. Ad infinitum.