


Estás en el mundo porque tiene que haber de todo
El dictador llegó victorioso a su antiguo pueblo. Las autoridades de San Dios, y su padre, lo esperaban en la entrada del palacete reconvertido en consistorio. Bajó del vehículo oficial, escoltado por su guardia "pretoriana". Caminaba a paso lento por la plaza principal de la villa, henchido como un pavo real. Los vítores histéricos de sus paisanos retumbaban en el aire como bombas de palenque. La banda de música entonó el himno nacional. A pesar del griterio, de la música, una frase martillea los oídos del tirano. <Estás en el mundo porque tiene que haber de todo>. Aquel humilde adagio, que su progenitor le dedicó por primera vez, cuando ojeó sus primeras notas, languidecía su estado de ánimo. Las dudas asaltaron su mente.<¿Estará orgulloso de mi ahora?>. El padre impertérrito, en medio de aquel nutrido grupo de lameculos, observaba sus pasos. El autócrata, se acercó temeroso a su progenitor, y éste con lágrimas en los ojos, le susurró al oído...
Los años han pasado, pero nada ha cambiado, estás en el mundo porque tiene que haber de todo.
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Me encanta como lo concluyes, me has sacado una sonrisa. Genial relatoMuy bien narrado. Excelente final. Saludos...Hola Jesús, he disfrutado con este relato y con el toque de humor con el que has sabido concluirlo... :)Magnífico relato y gran lección la dada por el padre. Enhorabuena. Saludos.Muy buena reflexión del padre...el hijo no estaba a la altura moral de su padre. Gracias por tu amable comentario. SaludosExcelente textoMe gustó la reflexión que dejaBuen relato Jesús!!! SaludosEs una buena reflexión. Gracias.¡Qué determinista ese padre, no cree en los universos paralelos!
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El primer relato del 2018, espero que os guste. Un saludo a todos los que me siguen.
Que pasaría si descubres que tu vida está condicionada porque los INFILTRADOS te impiden progresar...
Si lees esté relato experimentaras lo que se siente cuando un muerto viene a abrazarte.