


“Señor mío, Dios mío, dentro de escasas horas veré de cerca el rostro de la muerte. Ayer fui apresado por los republicanos y mañana al alba seré fusilado.
En este momento trascendental he reflexionado profundamente sobre lo que ha sido mi vida y, especialmente, mi significación en esta guerra fraticida.
Gracias a mis padres, que en tu gloria guardes, fui educado en la fe católica y he tratado siempre de cumplir fielmente los mandamientos de tu santa Iglesia. Por ello, cuando ante el advenimiento de la República vi arder iglesias y la sucesión de injustos ataques contra todo lo que oliera a cristiano, no lo pude evitar y el odio comenzó a anidar en mi corazón. Así, cuando finalmente estalló la guerra, no lo dudé y me enrolé como voluntario en las autodenominadas tropas nacionales. Durante casi dos años he luchado convencido de que así defendía una causa justa y verdadera. No podía estar equivocado, pues luchaba por Dios, por Ti. En este tiempo, en el frente, he matado a muchos hombres, no sintiendo por ellos absolutamente nada, si acaso desprecio, pues representaban al enemigo.
Desgraciadamente, ha tenido que ser en la hora última cuando he comprendido lo radicalmente equivocado que he estado. Ahora sé que toda guerra, pero especialmente la que enfrenta a compatriotas, es un horror y un error, trayendo consigo solamente muerte y destrucción. El fanatismo y el odio me impidieron percibir que mis "enemigos" eran en realidad mis hermanos, los cuales, como yo, luchaban por lo que ellos consideraban ideales justos. Cuando voy a perder la vida, el regalo más grande que Tú nos puedes conceder, se me hace insoportable saber que he matado.
Pero lo que más me horroriza es el hecho de que yo realmente creía que lo hacía por Ti, cuando ahora al fin comprendo que matar en tu nombre es la mayor ofensa que se te puede hacer. Mi gran pecado fue olvidar que eres el Dios del Amor sin reservas, a todas y cada una de tus criaturas, incluidas las que te rechazan.
Por todo ello te pido perdón y me encomiendo a Tu eterna misericordia, aún sabiendo que no soy digno de Ti. Para finalizar Te imploro que mañana, ante el pelotón de fusilamiento, me des las fuerzas necesarias para perdonar y amar a aquellos que definitivamente cerrarán los ojos de este pobre pecador. Amén”.
Miguel Ángel Malavia Martínez
y comenta
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Salvo contados casos y por razones que no son las que se intuyen, ninguno de ambos bandos fusiló soldados cogidos como prisioneros. Aunque si es cierto que en muchos frentes se dio la orden de no coger prisioneros. Es frecuente la confusión entre los crímenes de guerra con las acciones de frente (que pueden ser o no criminales), pero los verdaderos crímenes se daban en el entorno civil por mano paramilitar (falangistas en el bando nacional y determinados tipos de milicianos en el republicano). Mi familia era católica en el lado Republicano y, aunque siempre hubo miserables capaz de matar por cosas como esa, la realidad, en general, fue muy diferente. Peor fueron los resultados al acabar la guerra, entonces pudimos ver los verdaderos crímenes... y esos no fueron de guerra, pero significaron el horror y el terror en estado puro.
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Todo día es bueno para homenajear al más grande de todos los poetas: el loco Don Quijote, custodio de la fraterna utopía.
Con los héroes de Charlie Hebdo. Aunque no compartiera muchos de sus postulados ni la forma de expresarlos, ¡siempre con la libertad de expresión!
Como cada año, mi homenaje a las ánimas de rostro global...
Evidentemente, no manejo eso de juntar versos. Pero, desde el cariño, vaya desde aquí mi homenaje por Don Alfredo.
Hay quien no le gusta que aquí el deporte sea un tema de inspiración... Pero yo insisto, pues además va en clave de humor. O eso pretendo.
Unos días después, pero aquí llega mi particular homenaje a Gabriel García Márquez. Una parte de este relato es muy real, ¿eh?
Mi homenaje al maestro Paco de Lucía, que hoy nos ha dejado muy huérfanos.
Aquí, tratando de pegar un bocado a la dura corteza que cubre este mundo nuestro para vislumbrar qué hay realmente dentro... Advierto: es una impresión muy personal.


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Conquense y madrileño, licenciado en Historia y Periodismo, ejerzo este último. Libertario y comunitarista, voto al @Partido_Decente. Mi pasión es escribir.