


"Todo ocurre en miércoles"
El lado bueno de los miércoles
El lado bueno de los miércoles se me presentó, aún a su pesar, en una discoteca un jueves que jugaba con viernes.
No se me mostró directamente como un día de la semana cualquiera, sino como un día de la semana, pero no como otros que conocí. Sí, ahí conocí al lado bueno de los miércoles, mientras cuestionaba mi sexualidad en mitad de la fría noche. Reía como una luna cualquiera, pero su ocaso era una experiencia nueva, que se me tornaba insoportable.
Porque sí, porque el lado bueno de los miércoles insistía en que no era más que un día, distinto a cualquier otro Miércoles vivido, pero similar a todos los días de mi semana. Y en su contradicción la contradije cada miércoles que la ocasión se presentó.
El lado bueno de los miércoles comenzaba luciendo sol, un sol magnífico e impresionante que me gustaba esquivar y burlarme con mis gafas de sol y mi sombra.
Pero en mi negativa, al menos eso creía empezaban a surgir nubes, y paseaba sin eludir al lado bueno de los miércoles.
Tengo muchos recuerdos agradables de muchos lados buenos de los miércoles, de hecho empezaban a convertirse en mi día preferido.
Pero yo no era un hombre al que el mundo hubiese recompensado con un día, aún lo sigo siendo, pero desde que conocí al lado bueno de los miércoles, no ando buscando días.
Y es que ya era un día rojo lejos de la oscura noche que buscaba y sobraban mis frases en un lado bueno de miércoles.
Un miércoles no se tornó tan bueno, y llovía sin truenos, y fue cuando quise vivir siempre en miércoles, porque me mostraba que era como cualquier día, pero nunca escuché a un día reconocerlo.
Y entre horas y horas el lado bueno de los miércoles y yo vivimos discusiones que acababan en risas, pero lejos de lo que imaginaba el día de mí, ni yo de ese día.
Después de mucho tiempo volví al lado bueno de los miércoles, con pensamiento de pasarlo como cualquier otro martes sin importancia, pero los miércoles te miran al corazón y bailan de forma muy dulce.
Aunque como un interruptor, el lado bueno de los miércoles pasó por mi sueño y se esfumó, casi por mi culpa, aunque la condenaré siempre a ella.
Espero siempre con ansia coincidir con el lado bueno de los miércoles, aunque ella ahora esté enfadada conmigo y aunque en cierto modo sintamos cosas distintas, y sea unilateral mi paso por este día, no me dejará de importar, ni de preocupar, que pasa en el lado bueno de los miércoles.
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Hace tiempo que no publico porque los orígenes de todo esto se han vuelto turbios y conflictivos. Supongo que es porque soy un victimista que solo mira por su ombligo, aunque yo creía que solo era un bocazas. Un abrazo y suerte, espero que sigas igual y no te cuides, nos veremos en el infierno, entonces hablaremos.
Si no fuese por los suicidas y depresivos las farmacéuticas se irían a la mierda. Brindis por ello.
“El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen”. Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos
Perdona por la falta de valor para no decirte esto cuando debí. Pero ya te dije que solo tu pudiste sacarme eso que me destruye y que me hace tan nostálgico, feliz, catastrófico, simplemente humano. Esto es para ti, Patri R.R.
Si no perdemos la cabeza por nuestros sueños, no sé qué razón habría para soñar.