


espero que les guste esta Reflexión, es algo larga, pero la escribí basada en mi vida personal. saludos chi@s ;)
Muchas veces somos asechados por la maldad, una maldad que se disfraza de “buenas intenciones”. Llegue e incluso a pensar que todos aquellos que me rodeaban eran personas buenas. Pero que equivocada estaba, Pues estos eran solo lobos usando las pieles de inocentes corderos.
A pesar de que trate de confiar en las palabras o detalles de algunos extraños, estos siempre tenían una doble intención conmigo. Por esa razón vivía prevenida con los hombres que se me acercaban. Con esto no quiero decir que nunca debamos confiar, solo que en mi caso, me he encontrando con más gente mala que buena.
De buenas intenciones esta hecho el camino al infierno dicen por ahí. Y empiezo a creerlo, Porque conozco a individuos que te ofrecen su ayuda a cambio de nada, mientras que otros esperan ser recompensados de una u otra manera... y no muy decente que digamos. Algunos seres humanos tienen un precio material, otros denominamos a ese precio, dignidad. No hay que vender nuestro orgullo por un simple mendrugo de pan O por culpa de la propia necesidad; al contrario, entre más alta tengas la frente. Tú conciencia no albergara ningún remordimiento.
En estos últimos 25 años, he aprendido que no a todos se les puede llamar “amigos” ni tampoco podemos responder a todo con un “sí”, recordemos que la maldad puede llegar a engañarnos con su máscara de bondad. Y cuando esta nos vea en el abismo más profundo. se la quitara para luego reirse de nosotros.
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Por desgracia en la adversidad es cuando se puede ver quien realmente un buen amigo, un saludoExcelente reflexión. SaludosInteresante reflexión Yazmin, es algo que todos hemos pensado en algún momento. La realidad es que si bien las sociedades han avanzado, civilizado por así decirlo, la verdad es que este sigue siendo un mundo de animales regido por la ley del mas fuerte. Quien pueda pisotearte para subir un escalón lo hará. Son muy reducidas las personas dispuestas a pensar en alguien sin pensar antes en ellos mismos, quien encuentra a una de estas personas se ganó la lotería cien veces pues esas personas son las que merecen ser llamadas amigos. Un saludo, muy buena reflexión.
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Agradezco cada una de sus lecturas y comentarios. Este relato lo hice con la colaboración del escritor Uruguayo Carlos Higgie.