


¡Toc, toc!
Mi puerta siempre está cerrada,
pero nunca con llave.
De manera que,
quien está dentro,
puede salir cuando lo desee;
pero quien está fuera
solo puede entrar
si yo abro esa puerta, mi puerta.
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RECORDAR. Del latín «RECORDARI», formada por el prefijo «RE-» (de nuevo) y «CORDIS» (corazón). Recordar significa «volver a pasar por el corazón».
«Las palabritas se las lleva el viento, las palabritas se las lleva el aire».
Menos palabras y más acción, ya lo decía el tópico latino: «verba volant».


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Era una pequeña de virtudes y vicios concentrados. De nacimiento era majorera; pero de ser, de ser... serrateña. Se convirtió en una auténtica paradoja de filóloga hispánica y, a día de hoy, lucha por hacerse hueco en el mundo de la enseñanza como una buena profesora de ELE, pero claro... de tamaño bolsillo.