


Se reunían todas las amigas y vecinas, a confeccionar los dichos sombreros de palma.
LOS SOMBREROS
Laureana Guardiola Catalá
Cuando era pequeña se reunían en mi casa en la salita de estar, las vecinas a coser sombreros, (un día aparte contare lo que eran los sombreros, para la economía doméstica, sumergida, decía mi cuñado que era muy instruido. Tenía estudios universitarios.
Me gustaba ponerme en un rincón y escuchar lo que se contaban.
Normalmente hablaban de sexo, en aquellos tiempos de después de la guerra, estaba mal visto hablar de eso, todo era pecado, claro como más prohibido lo tenía, más les gustaba contárselo.
Cuando se daban cuenta de que yo, estaba allí decían.
Cuidado que hay ropa tendida.
Yo no sabia muy bien aquello a que venía, estaba fuera de lugar, mi madre había tendido la ropa de buena mañana en el patio.
Cuando me di cuenta que la ropa tendida era yo. Ya me había empapado de toda la doctrina parda.
Laure
y comenta
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Si, tal ves algún día los cuente, solo que suelen ser bastante subidos de tono, algunos los he practicado yo de mayor ,oye, muy relajantesJa ja ja, "ropa tendida". Yo también he escuchado esa expresión, aunque no sé de dónde viene". Ahora, si hubieras escrito los cuentos que escuchabas hubiera sido más interesante. ;)Gracias, Cenizas Literarias,JB, por ser tan benevolente conmigo,Simple mente me ha encantado. Es una pequeña historia que con leerla sabes que es una anécdota. Saludos.
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El perro seguía ladrando, Maria fue a ver , y era Tobi el perro de su hermano
Maria va tomando conciencia de las vivencias de la casa.
La señorita iba vestida de blanco, con una mantilla de encaje también blanca, estaba precios, a pesar del parto, que decía Fina la había estropeado.
Esta es Maria , señorita Glot, que se va a ocupar de pasear a Jesusin Vaya si es una niña aun, esta mas, para que la paseen a ella ,¿ crees que podrá? ?
Maria llega a la pequeña ciudad, ve por primera vez, todas las cosas cotidianas, las mas simples que a ella le parecen fantásticas,


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Me considero una aficionada, siempre me gusto inventar historias, mi familia decía que yo misma me creía mis cuentos y se reían. Pero ahora que ya estoy casi al final del camino, en ese rincón de mis sueños, logro ser feliz.