Sinopsis

Me gustan tus ojos.

Esos -tan inoportunamente a veces- fieles espejos que reflejando el interior y la naturaleza de todo aquello que ansias aparentar, te delatan como el más traidor de los tránsfugas cognitivos.

No quiero que mis ojos ahora sean vistos.

Pues se adivinarían en ellos, de forma inconsciente, las dudas contenidas, rumiadas y canalizadas, tras el velo luminoso de esta inquietante mirada.

Resquicio de tantos bailes bajo disfraces extravagantes en los salones venecianos, todo se puede camuflar excepto la mirada. Que si bien es el más sincero de los testigos mudos que nos asolan, es consecuencia irremediable de su capacidad para recordarnos lafrialdad sobre la que se cimientan los sueños. Intangibles y carentes de garantía alguna de llegar a realizarse, si no es por la mística confabulación entre la fe y la esperanza.

Tus ojos me hablan de emociones cristalinas como el diamante y engastados a mi corazón podrían grabar para siempre su sello o, sin más, atravesarlo.

...

Entonces cierro los ojos y todo ésto se desvanece.