


J escribió estos relatos, yo los publico y comentos otros cumpliendo la promesa que le hice.
Aparcaron el coche junto al pinar, cerca de las casas donde no se podía ver ninguna luz, pues una vez pasado el verano nadie solía ir por allí.
Cruzaron los pinares y entre unos matojos enterrados sacaron la cuerda que allí tenían enterrada; la amarraron al árbol más próximo al acantilado y empezaron a descender gracias a los nudos que habían hecho en la cuerda para facilitar tanto el descenso como el ascenso.
Cuando la marea se retira, queda durante unas horas determinadas una pequeña calita bajo el acantilado donde no se puede acceder por ningún otro sitio más que bajando por la cuerda pues a varios metros de allí tanto al frente como a uno u otro lado solo está el mar, y si además añadimos que es otoño y que es de noche la intimidad está asegurada.
El frio aun no es demasiado severo y a ella le gusta bañarse desnuda en el mar, y el noches como la de hoy donde la luna llena muestra todo su esplendor todo invitaba a venir de nuevo a este lugar.
Un par de horas apartados de todo, una botella de vino puesto a refrescar allí donde las olas se niegan a retirarse del todo y ella, todo merece la pena por ella.
Aquí la culpa se mitiga un poco más, no importa que sea la mujer de tu mejor amigo, aquí solo importa el ellos y el ahora; un sonido seco surge tras él, mira y ve como la cuerda se encuentra cortada a sus pies, alza la mirada y ve como su amigo le muestra el cuchillo sonriendo.
Gira la vista y la mira a ella, puede que solo quede una hora para que suba la marea, pero no importa, fue breve, intenso y mereció la pena, no quiere decírselo aun, saben que no tienen salvación, la culpa desaparece, pronto ellos desaparecerán, pero eso no importa, con la visión de ella saliendo desnuda entre las aguas, nada importa.
y comenta
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Muy bonito, nada importa cuando el amor es verdaderoCarpe Diem .Esa locura que lo puede todo... me encantó, Cometa. Abrazo a los dos.A veces es mejor centrarse en el ahora y vivirlo con intensidad, para poder afrontar el después. Una historia muy evocadora.Una historia trágica, entre el deseo, las consecuencias y la realidad. Saludos Cometa.Así vale la pena morir por amor y un deseo satisfecho. Buena la historia, un saludo.