


Dicen que a los 10 años, debes de cambiar , debes descubrir algo más novedoso...
Y ese día llegó, lo recuerdo, y ya han pasado varios meses. Fue un viernes, casi sin esperarlo, ya que supuestamente habíamos decidido que fuera más tarde. Aquel preludio de fin de semana maravilloso, te perdí aunque aún no de forma definitiva, porque sigues estando allí y te contemplo todas las noches pero no de la misma manera. Hacía un tiempo que ya me estaba cansando de ti ,lo dicen las estadísticas, después de pasados 10 años, se busca algo novedoso, aunque en la mayoría de las ocasiones no es lo que se espera, y se pretende volver al acomodo, la seguridad que se tenía , y terminas arrepintiéndote de la decisión tomada pero quizás ya es demasiado tarde.
Fueron muchos meses de largas conversaciones, de preguntas sin respuestas, de intentar buscar una solución a lo que parecía no la tenía. Lo peor de todo, es que según pasaba el tiempo , el problema se acrecentaba, la separación entre ambos era cada vez mayor, ya incluso costaba acercarse el uno al otro, era como si una barrera , una montaña separase nuestro amor, eran noches de dolor que la mañana intentaba paliar .
En cualquier caso, no me arrepiento de los maravillosos años vividos a su lado. Hemos llorado, nos hemos reído, hemos engendrado 2 niñas preciosas, hemos visto amaneceres increíbles, soñado despiertos, hemos cumplido nuestros sueños y hemos dormido juntos.
Hoy te veo tan cerca de mí , pero no te puedo abrazar, no puedo fundirme en tu delicadeza, no puedo añorar ese aroma que siempre impregnaba todo tu ser, no puedo recostarme sobre tu cuerpo , ni sentir tu seguridad. Contigo sabía que no podía caer, ahora estoy al límite del abismo.
Por suerte nos hemos dado 100 días, algo más de 3 meses para comprobar que verdaderamente podemos estar el uno sin el otro, que mi nuevo compañero de fatigas puede estar a tu altura, que me puede proteger, como tú lo hacías, que puede convertir las pesadillas en sueños y los dolores en señal que estamos vivos, porque sabemos que llegará el día , que nos hará recobrar todo nuestro esplendor y vitalidad.
100 días después tomé la decisión definitiva. Una llamada de teléfono fue suficiente
–Quiero que se lo lleven, no puedo aguantarle…
Unas horas más tarde, 2 operarios fornidos cargaron con él, ya que pesaba demasiado. Sus 2 metros unidos a un peso excesivo, casi impedían sacarlo por el alfeizar de la puerta. Oponía resistencia, pero comprendió rápidamente que yo no estaba hecho para él,
Desde la ventana comprobé con alegría como… se introducía en la furgoneta. Me di la vuelta y observé a mi antiguo compañero apoyado sobre la pared, intuyendo que nos mirábamos casi de forma furtiva e incluso sonreíamos, él a a su manera y yo a la mía. Lo apoyé suavemente sobre el canapé y confirmé como seguía conservando su porte elegante sus 2 metros X 1.50 y que a pesar de los pequeños achaques frutos de la edad era… nuestro colchón, con la forma bien marcada de nuestros cuerpos que hacían imposible caernos del mismo, lo mismo que acercarnos. Los dolores que causaban su irregular forma eran compensados por su aroma perfumado
–Feliz sueño, cariño
–Feliz sueño amor–respondí, al tiempo que giré mi cuerpo, escalando el promontorio central del colchón, para llegar a sellar con un beso los labios de mi amada.
Mi reflexión es que el cambio de un colchón no puede ser minusvalorado, A fin de cuentas es el lugar en el que dormimos, soñamos, sufrimos, disfrutamos, nos amamos y nos odiamos. Ese sitio que nos reconforta, que nos mitigue el cansancio y que hace que cada día sea diferente. El espacio en el que se conciben vidas y por desgracia también se disipan. En resumen el colchón es … nuestro pedacito de historia.
Por cierto dormimos en un colchón nuevo, pero enfrente nuestro, aún permanece apoyado en la pared, nuestro querido, antiguo y añorado viejo colchón…, por si nos arrepentimos.
Oscar
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jajaja Muy bueno. hay un tango de Tita Merello "el que atrasó el reloj" en el cual unos versos dicen:¡De esta ya no te salva ni el gong! ¡Guarda, que se me pianta la fiera! Levantate 'e la catrera, Que voy a quemar el colchón.Qué bueno Óscar, estuve a punto de escribir " lo siento", has generado en mí confusión y a su vez diferentes sentimientos y has logrado transmitir lo que relamnete el paso de los años refleja las vivencias en este caso " en tu colchón". Muy bueno. Un saludo afectuoso.Me confundiste totalmente :-) . Cierto lo de los diez años, pero también es cierto que uno se hace a una forma, a una consistencia y a tantas vivencias en común... Un cordial saludo, Oscar.
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Una reflexión en voz alta que realicé en la presentación de mi nuevo libro La medalla de mi héroe sobre los efectos morales de la pandemia.
"Por mi honra y honor debía de luchar contra esos malvados" Relato finalista en un concurso de mi ciudad, que debía versar sobre El Quijote de la Mancha
La historia que narro es real, afortunadamente la parte final es ficticia. Pertenece a uno de los relatos de mi libro "Dos Zapatillas.Relatos de Running"