


Lentamente, uno de mis ojos se va quedando ciego y el otro lo tengo vago. Me tropiezo continuamente y cada punzada se me clava por el cuerpo, dejando llagas ardientes al tacto con esta última capa visible.
Los órganos funcionan bien todavía. La sangre siempre acaba por completar su ciclo a pesar de la arritmia que se adivina en mis latidos. El deterioro parece ser sólo externo, sin embargo no me redime en absoluto de resultar ser en ocasiones inmunda.
Lo mismo que nunca destaqué en cuestiones de lógica. La lógica que se supone que debe serlo. La reducción de un elemento tan inmenso a una pirueta matemática de las letras. Una consecución de fórmulas artificiales, violando el lenguaje de los ilustrados.
Y a pesar de todo, la mía siempre llega a la misma incógnita. ¡Que va a resultar que existe una respuesta magistral! Y que sé que difícilmente podría satisfacerme, si la lógica no es igual a garantía alguna.
Observo los distintos estilos de proceder y pienso: “Se puede jugar con las palabras o hacer de ello una forma de vida". Al final acabo volviendo a ser una infante que solo piensa en el ocio que estimulará su cerebro dormido. Me enredo en una maraña que me aprisiona, me hace rodar hasta perder el sentido, y vomito lo que llevo dentro hasta verme libre de residuos...
¿Y en qué momento dejé de teclear para reflexionar sobre esa frase que me dejó pensativa? ¿Es una tormenta todo ese ruido aquí dentro, o es que debo aprender a escucharme a mí misma? ¡Maldita sea! Cuando me quedo sin nada me refugio en la música y entonces recuerdo todo lo que en verdad tengo. La carencia sigue siendo solo externa, ¡si yo misma lo he dicho!.
Sigo transcribiendo el torrente de palabras que se agolpan de forma desordenada en la salida principal de esta mente colapsada. Ya habrá tiempo para desencriptarlas mañana. ¿Sabes? Las palabras no son solo palabras, (las intenciones son solo intenciones) lo que perdura es la atención que en ellas pongas.
Expira la noche para que nazca de nuevo el día y me regala un amanecer tan hermoso que se me olvida lo confortable que parecían las sombras. Me doy cuenta de que finalmente el planeta sigue girando de forma inevitable y tras el centrifugado todos acabaremos por tragarnos nuestro propio vómito. Así pues, no (me) he perdido en absoluto, tan solo he sufrido el vértigo que a veces provoca la vida misma.
(¡Y qué sensación más agradable, coño, ésto de estar viva!)
y comenta
-
lo es , ciertamente.muy bueno :)
-
Ansiamos el control de la realidad en la que nos criamos y así nunca poseemos nuestros sueños, pues somos nosotros quienes les pertenecemos y quienes sufren el olvido.
No hay nombres, ni géneros, ni datos; son solamente pensamientos queriendo tomar la palabra.
Este poema responde a una tarde muy gris de un día sin sol. No me gusta escribir diarios, pero sí dejar rienda suelta a mi rabia a través de la escritura...
Todos hemos jugado a las palabras encadenadas...otras veces son las palabras las que nos encadenan a nosotros.
Lo escribí tras pasadas dos semanas de mi emigración a Finlandia (Helsinki) ,donde me encuentro cursando el último año de carrera.
Producto de la escritura automática de un atardecer de Domingo, y que no pude publicar en su momento por encontrarse la página fuera de servicio...más experimental que literario :)