Sinopsis

Por dónde empiezo. Ni siquiera sé por dónde empezar. Nunca he tenido ese problema, para mí lo más fácil era el principio. Antes solía comenzar y el problema aparecía a mitad del relato, pero los comienzos eran extraordinarios. Ojalá no hubiera sido maldecido ahora con éste nudo que atenaza mi cerebro.
Si supiera por dónde empezar…
Si no tuviera ésta dificultad, si pudiera… si pudiera te diría tantas cosas. Sólo tendría que tomarme un minuto, sólo necesitaría una oportunidad y arrancaría de tu boca las palabras que necesito oír. Así, con el valor de mi lado, te podría avasallar con letras sonoras que romperían el silencio y el espacio entre los dos. Así, armado con la esperanza, deshojaría tu mirada y la contemplaría caer sobre mí como caen los pétalos marchitos.
Te hablaría de mí, adornaría mi existencia con mentiras si me regalaras los oídos, así no tendría que contarte la verdad, no tendrías que saber que sufro, que no tengo vida, sólo vivencias. Si me lo permitieras, podría enseñarte mi lado salvaje, y jamás sabrías que en realidad no tengo ningún lado, soy una esfera, un universo prisionero en el interior de una esfera, cerrada herméticamente.
Congelaría el tiempo en el instante justo de tu beso y emborronaría con carmín los restos del pasado.
El día y el momento dejarían de tener importancia para nosotros; el día sería cualquiera y el momento, ahora.
Mi voz no temblaría, ni mis ojos, y mis labios pronunciarían mil versos incoherentes y confusos para todo el mundo, excepto para nosotros.
Impediría la salida del sol el tiempo que fuera necesario para que no nos sorprendiera la inoportuna mañana.
Te vendería mi alma a cambio de una caricia.
Te adoraría a gritos.
Pero sólo podría si supiera como comenzar, si consiguiera abrir la caja de los truenos, si tuviera el valor para liberar a Pandora y comenzar, sólo comenzar…