


Como todas las cosas en esta vida, te derrumbas de pronto, no hay aviso previo ni señal alguna y ahí es cuando te obligas a caminar.
Caminas porque sabes que no te puedes quedar ahí de pie, caminas porque sabes que no debes ser el cobarde que todos esperan que seas, caminas para huir de ahí, para huir de la realidad.
Después de un tiempo ya todo empieza a importar menos, lo que te rodea, tu te importas menos y justo ahí de la misma forma en la que se fue, llega de nuevo.
Te sumerges y sales una y otra vez de la "felicidad" y así se va la vida; en momentos que no vivimos y en fracasos que de alguna forma arreglamos.
y comenta
-
Me gustó!!¡Gracias! Saludos :)Gran reflexión, y bien escrita. Saludos!
-
Tal vez algunos me entiendan y a muy pocos les importe, pero necesitaba desahogarme.