


sólo es curro
Varios |
21.11.07
Sinopsis
Otra habitación de hotel. Dejo las maletas tiradas en el vestíbulo y me echo
en la cama. Hace más de dos meses que no duermo en casa y mi cuerpo se
resiente. Cierro los ojos, intento evadirme, pero mi cerebro no me deja.
Tengo que enviar el artículo antes de las tres sino la pesada de la agencia
volverá a llamarme. Sólo cinco minutos, pienso.
Me incorporo y me asomo a la ventana, definitivamente Nueva York tiene algo
que me atrapa. No son sus edificios ni sus gentes, es algo intangible,
indescriptible, flota en el aire. Es algo que simplemente esta allí y me
hace sentir bien. Quizá es porque aquí soy una hormiguilla más que corretea
por las calles de Manhattan. Sin rumbo, sin pasado, sin circunstancias. Sólo
yo. Nadie me conoce y no conozco a nadie. Puedo ser yo misma o inventarme
otra identidad.
Cuando llevas tanto tiempo viajando, llegas a olvidar ciertas cosas: El
color de tu dormitorio, porqué te gustaba el café del bar de abajo, la cara
de tus vecinos, el olor de tu casa, Pierdes la noción del tiempo porqué no
hay rutinas, el tiempo y el espacio lo marcan el próximo vuelo. Dos días en
Buenos Aires, cuatro en Texas, dos en Nueva York y así sucesivamente. Tu
ordenador y tu, de avión en avión, describiendo hoteles calles y
restaurantes para que lo lean cuatro turistas, que en el fondo lo único que
les importa es hacerse fotos en los sitios que recomiendas para decir que
estuvieron allí.
en la cama. Hace más de dos meses que no duermo en casa y mi cuerpo se
resiente. Cierro los ojos, intento evadirme, pero mi cerebro no me deja.
Tengo que enviar el artículo antes de las tres sino la pesada de la agencia
volverá a llamarme. Sólo cinco minutos, pienso.
Me incorporo y me asomo a la ventana, definitivamente Nueva York tiene algo
que me atrapa. No son sus edificios ni sus gentes, es algo intangible,
indescriptible, flota en el aire. Es algo que simplemente esta allí y me
hace sentir bien. Quizá es porque aquí soy una hormiguilla más que corretea
por las calles de Manhattan. Sin rumbo, sin pasado, sin circunstancias. Sólo
yo. Nadie me conoce y no conozco a nadie. Puedo ser yo misma o inventarme
otra identidad.
Cuando llevas tanto tiempo viajando, llegas a olvidar ciertas cosas: El
color de tu dormitorio, porqué te gustaba el café del bar de abajo, la cara
de tus vecinos, el olor de tu casa, Pierdes la noción del tiempo porqué no
hay rutinas, el tiempo y el espacio lo marcan el próximo vuelo. Dos días en
Buenos Aires, cuatro en Texas, dos en Nueva York y así sucesivamente. Tu
ordenador y tu, de avión en avión, describiendo hoteles calles y
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les importa es hacerse fotos en los sitios que recomiendas para decir que
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Me gustó mucho,sobre todo el principio
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