


"Los sueños son necesarios para la vida". Anaïs Nin
Abro los ojos. Desde donde estoy, no puedo ver la luna, pero sí su estela rosada rayando el mar. Es del todo incongruente. ¿Rosada? Me pregunto dónde está su brillo plateado. El resto es oscuridad, negrura que enmarca la escena.
Acude al mortecino fulgor una bandada de pájaros sobrevolándolo sin pausa; el reflejo me permite contemplar el perfil alado al ejecutar su peculiar danza; negro sobre deslavado rosa en la oscura agua de noche.
No puedo dejar de observarlos. Es hermoso y a la vez un fascinante misterio que continúo sin comprender. En su errático vuelo, los pájaros comienzan a fusionarse y forman una aleteante masa oscura que cada vez se hace más grande.
Con creciente angustia comprendo que vienen hacia mi ventana. Pero estoy clavada al suelo y solo puedo mirar. En un instante llegan al hueco sin cristal y van atravesándolo. Entonces veo que no son tales, no son aves de noche.
Son mariposas. Delicadas mariposas negras.
Me recorre la espalda un escalofrío y al mismo tiempo siento un gran alivio. En un breve pensamiento quiero apartarlas, echarlas fuera, pero comprendo que son demasiadas y éste escapa sin que tampoco haga ningún movimiento.
Aletean por todo el salón. Contemplo la hermosa coreografía. "Increíble", pienso. Casi puedo sentir la belleza del terciopelo de sus alas, el leve roce del aire en mi piel en su volar inquieto, como revoloteantes estrellas negras y, a pesar del constante movimiento, me siento invadida por la calma en el mágico silencio.
Nada interrumpe esa representación perfecta, dura unos instantes preciosos, que en tiempo de sueños, se convierte en eterna.
©Serendipity
Marzo 2022
y comenta
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Es verdad, Cometa. Contemplar la naturaleza, que es gratis, puede ser un agradable paso por la felicidad. Un abrazo a pares!Jesús, agradecida por tu visita y comentario! Abrazo!A veces cosas como estas nos hacen darnos cuenta de que poco hace falta para hacernos felices, un saludoLa oscuridad de fondo para realzar la viveza de los aterciopelados colores de las mariposas. Un placer leerte. Un abrazo.Ciento que hay escenas que nos llenan de calma, como un jardín lleno de mariposas o un salón como en este caso. Son breves momentos, pero inolvidables. Un abrazo, Yolanda!Apreciado Mario, me gusta la comparación con los colores de la pintura mágica de Dalí y me alegra que te haya gustado. No todos los sueños son pesadillas. Soñar así vale la pena. Abrazo!Qué delicadeza envuelta en calma. Qué bonito aleteo, frágil, especial como las mariposas de tus sueños, que para llegar a volar primero se transforman aunque el vuelo sea corto nos alegran con sus colores y a gozar de cada instante de la vida. Un delicado abrazo Serendipity.Magníficas imágenes oníricas las que nos regalas en este precioso texto, Seren. Es como un cuadro de Dalí, pleno de colorido, de magia, de belleza. Me encantó. No dejes nunca de soñar, amiga míaVaya, Francesc, me alegro de no ser la única en querer disfrutar de una película con las crispetes! Entiendo que moleste y por eso procuro ser silenciosa. Y es cierto, según el ánimo te apetece un argumento determinado. De los sueños, poco puedo decir, nunca los recuerdo, por eso éste me llamó la atención. He oído hablar de los sueños que se pueden como redirigir, pero ya te digo, nunca los recuerdo.También hay otros sueños lúcidos en los que ves a tus padres que te pueden aconssejar en momentos difíciles desde otra dimensión. Pero no siempre cuando se sueña con los padres quiere decir que te visitan, sino que a lo mejor tú te puedes sentir sola en un momento dado, y los evocas subconcientemente. Dices: "Ojalá esuviesen ellos aquí".


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Sólo busco un lugar donde dejar mis pensamientos. Porque nada es eterno, pero las palabras siempre nos permitirán sentir que una vez fuimos. Gracias por cruzaros en mi camino. Ad infinitum.