


Encerrada en el silencio palpable de una noche de luna llena me hallo.
Mis dedos buscan sobre el teclado melodías acordes al escenario
y el fuego azul de la chimenea baila para este corazón camuflado;
junto a Blanquita, mi gata, que suspira entre sueños recostada a mi lado.
Las lágrimas se deslizan queriendo fugarse con la música que escucho
y mis ojos, enturbiados, apenas pueden ver la página en la que escribo.
Miles de recuerdos se agolpan y se entremezclan en la torre del pasado
y yo, sin poder hacer nada, los contemplo mientras se exhiben a su antojo.
Se acerca la primavera, necesito inhalar lo intenso de su fragancia;
imprescindible acariciar la tierra con mis manos para sentirme viva.
Vibramos en este universo inmenso, tan frondoso de galaxias y estrellas,
es inevitable pensar en él para poder encontrarme en esta vida.
y comenta
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Hola, hay días y días... La vida, que es así de caprichosa :-) Gracias a todos por pasar por aquí y por comentarUn flash anímico que habla por si sólo, con hermosoas imágenes, pero tan tristes. De todasmaneras, lieratura.Curioso ese último párrafo, pues a mi me sucede al revés, cuanto más pienso en el universo y sus interrogantes infinitos, más me pierdo, más sinsentido siento de mi vida, de la vida en general. Más preguntas surgen de las primeras, como una epidemia. Bonito texto, noches de exilio y búsqueda, de tristeza. Un saludo.Hermosa tristeza.Saludos