Una vez perdí el norte.

Y el sur, 

y el este 

y el oeste.

La desolación más infinita.

Las estrellas que me guiaban, 

se ocultaron fugaces y silenciosas

en el tapiz nocturno

tras la brillante luna.

Las dudas sobre los misterios

de la hechicera

acompañaron mis horas,

mis recuerdos, mis deseos más íntimos.

¿Por qué me sentía perdida,

tan lejos de todo lo que tenía sentido?

Ni un atardecer de otoño pintado al fuego

era capaz de dar sentido 

a mis pensamientos.

Porque mi norte,

mi sur,

mi este

y mi oeste

no estaban donde habían estado siempre,

y sin poderlo evitar, quedé a ciegas,

sin comprender si únicamente viví envuelta 

en un bello sueño 

tejido de increíble realidad.

Y me sentí tan perdida...

Música para acompañar: "When the Love Falls" de Yiruma.