
últimamente me estoy enfrentando a la mayor tortura que puede vivir un escritor; se me agotaron las ideas. así que tendré que publicar una de las tertulias en las que participé en el único voluntariado que he hecho en mi vida, que consistía en visitar gente mayor en relativo estado de soledad. Historias no les faltan a la gente mayor, y yo sigo encabezonado años después en que aquellas tertulias más o menos bien escritas tenían cierto valor literario. Aquí va una, por favor hacedme comentarios, que estos trabajos no los he enseñado nunca a nadie. Os quiero. Más lecturas en http://alejandrovargassanchez.blogspot.com