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Una historia realmente interesante. Gracias por compartirla, AnaSubyugantes versos, Seren. Me gustó sobre todo el último, ese "hasta que el olvido nos lleve" que me recordó ese excelente poema de Luis Cernuda titulado "Donde habite el olvido". No sé si lo habrás leído. Si no es así, hazlo, porque es realmente sublime. Un besazoEs triste, pero no son pocas las veces en que una pareja fracasa por culpa de la intromisión de los propios padres. Lo has plasmado muy bien, Ramón. Felicidades.Muchas gracias, Dirac. Tu comentario me halaga y me anima a seguir escribiendo. Un abrazoMuy bien escrito. Un texto breve, pero intenso, rebosante de sentimiento. La prosa es excelente, con frases largas que evidencian una sintaxis elaborada y muy rica en matices. FelicidadesSensualidad hecha palabras. Estoy convencido que esa lluvia será de fuego. Un abrazo, YazmínSi hay un amor inmarcesible, ese es sin duda el que se siente hacia los hijos. Me gustó tu relato, PamelaComparto la esencia de tu reflexión en cuanto a que toda mujer que se siente maltratada en el seno de su pareja no debería aguantar ni un segundo más junto a su maltratador. No veo apropiado, en cambio, el empleo del verbo "seducir" en este apartado. Pienso que la seducción no ha de ir ligada al maltrato, o al menos no siempre. La seducción en sí misma puede ser algo bello, y seductor y seducido formar un tándem donde impere la felicidad, la armonía y/o la pasión. Quizá la mayoría de los psicópatas sean en cierto modo seductores, pero ni muchos un seductor ha de adolecer de por sí de psicopatía.Gracias por leer y comentar, Agnes. Estoy contigo en que el ser humano tiene esa capacidad única de crear, al menos dentro de su mente, todo cuanto se le antoje. Aunque no estaría mal, por otro lado, buscar el modo de traspasar esas fronteras para ajustar la realidad a nuestra fantasía.Buenos consejos para superar esos días grises donde el ánimo se ve por los suelos. Imagino que cada uno de nosotros nos valemos de nuestros propios métodos. Yo he terminado haciendo buenas migas con la melancolía, por lo que ya no lucho tanto para alejarla de mi lado, la dejo que se encarame sobre mis hombres. Y si quiero largarla, utilizo trucos como escribir o hacer deporte, que son los que siempre me han funcionado mejuor. Un abrazo, AgnesTriste y emotivo relato, pero al propio tiempo dotado de esa belleza que un alma rota desprende al derramar toda la sensibilidad que se acumula en ella. Un fortísimo abrazo, amiga LeomaríaUna más que interesante visión de los Reyes Magos la que nos ofreces, Ana. Me gustó mucho y te felicito por ello. Espero que Sus Majestades se porten bien contigo y te traigan cuanto les pidas. Un abrazoUn relato lleno de sensualidad y erotismo, como nos tienes acostumbrados. A mí me gustó ese final abierto que deja vía libre a la imaginación del lector. Un beso, SerenGracias, Ana y Seren, por comentar. Un fuerte abrazo a ambas. Sobre la posibilidad que comentas, Seren, estoy de acuerdo contigo, habría sido un final más esperanzador, sin duda, pero quise dotar a mi personaje de ese absurdo complejo que a veces se apodera de todos nosotros y nos lleva a sentirnos indignos de mayor aspiración, ya sea por taras físicas, psíquicas, de carácter, etcétera. Pero sí, mi protagonista debería echarle huevos y buscar su oportunidad por sí mismo. A fin de cuentas, torres más altas han caído.El amor y el odio, dos caras a veces de una misma moneda. Mejor decantarse siempre por el primero..., aunque ¡cómo sustraerse a las arremetidas del segundo! En cualquier caso, un texto, como todos los tuyos, que rezuma sensualidad por los cuatro costados. Un placer leerte, mi querida amiga Yazmín
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