
Ya vamos por la semana 26!! Este relato corresponde a mi semana 20. Ya ando mejor de animo, las nauseas han calmado bastante y ahora mi única preocupación es el apetito de dinosaurio que he desarrollado,
Esto es lo que pasa cuando no hay mucho que hacer en la oficina y estas cargada de sentimientos: Te pones a escribir...
GABRIEL GARCIA MARQUEZ
¿Qué epitafio te gustaría tener?FUE AMADA
¿Cuál es la frase perfecta?PIENSO LUEGO EXISTO
¿Qué libro te ha impresionado más?EL EXORCISTA
¿Algún libro te parece insuperable?EL PRINCIPITO
Ya vamos por la semana 26!! Este relato corresponde a mi semana 20. Ya ando mejor de animo, las nauseas han calmado bastante y ahora mi única preocupación es el apetito de dinosaurio que he desarrollado,
Ando un poco retrasada con los relatos pero aquí vamos. Este relato corresponde a mi semana 19... seguimos con las nauseas, vómitos, mareos pero ahora el pequeño bichito patea como futbolista y es la sensación mas hermosa del mundo. Por cierto, ya sabemos el sexo del bebe pero eso es materia del próximo relato.
Cabe señalar que al terminar de escribir este relato fui directo al baño a vomitar por tercera vez en el día y son apenas las 11 am. Comparto esto con ustedes para que sean parte de esta MARAVILLOSA experiencia. Por cierto ya cumplimos 13 semanas!!
Hoy las nauseas me dieron el día libre y aproveché en escribir un poco mas. Tal vez en este relato no hayan muchas risas pero la vida es así, no siempre hay motivos para reír pero siempre hay motivos para sentir.
Primera parte de muchas partes... cuantas? Pues no se... las que la inspiración y las nauseas me permitan escribir.
Yo intento elaborar respuestas rápidas e ingeniosas mientras las voces en mi cabeza solo hablan de sus ojos cafés y lo linda que suena su voz.
Ahora, a minutos de verlo de nuevo, entendí que el amor a veces surge de formas extrañas y fantásticas.
Abro la aplicación con la ilusión de que, por algún error en la red o en el universo, mi mensaje no haya salido y eso explique porque no me responde. Leo el mensaje y veo los malditos checks en negro.
Me baje del taxi sin mucha prisa y camine. Al doblar la esquina vi una silueta difusa erguida en el frontis de mi casa. Enfoque la mirada intentando descubrir la identidad de la silueta.
Tuve una buena vida, viví bajo mis reglas, intente ser lo más noble que mi humanidad me permitió, ame muchísimo y a muchos, me amaron muchísimo, fui inmensamente feliz.
De pronto dejo de luchar con ella, ya no discuto ni le doy argumentos para convencerla de que no está bien. Cierro los ojos y la dejo viajar, la dejo alejarse y la dejo recordar.
El sonido de la puerta principal cerrándose me da el aviso que estaba esperando. Es el fin de un largo día de oficina. Apago la computadora, cojo mi cartera, me coloco los audífonos, busco la lista de reproducción indicada y empiezo a caminar. 10 cuadras de distancia me separan de la casa de mi abuela, el cielo esta nublado y gris. El clima perfecto para caminar y pensar.
Sus manos empiezan a tocar mi pecho esparciendo un gel frio y viscoso. Un calambre en el estómago es el inicio de una extraña sensación que nunca antes había experimentado. Una bola de fuego desciende desde mis estomago hacia áreas menos exploradas y un ligero rubor cubre mis mejillas.