
Ismael siempre soñaba el mismo sueño, no podía soñar otra cosa. Su sueño no era vívido, era inconsciente.(...)Todos los días por la noche lo mismo, nunca le pareció extraño, ya andava acostumbrado, le era algo normal...
Ismael siempre soñaba el mismo sueño, no podía soñar otra cosa. Su sueño no era vívido, era inconsciente.(...)Todos los días por la noche lo mismo, nunca le pareció extraño, ya andava acostumbrado, le era algo normal...
Todo acaba, todo empieza, se renueva y sobrevive sin saber lo que siento(...) El pasado no vuelve... pero tampoco desaparece...